jueves, 22 de enero de 2009

Estreno en el Tourmalet


El esquí de travesía es un deporte muy duro, lo malo es que se me había olvidado. Así que cuando se me presento la oportunidad de subir estas Navidades al Pirineo francés a probar mis nuevas botas, ni me lo pensé. Claro que con la compañía que iba a tener, tampoco era como para dudarlo mucho. Estaban convocados todos los clásicos del GUM: Adolfo, Manolo Serrano, Manolo Santervas, Leandro, Natalia, Juanillo, David, Alberto y Rosa. Así que las actividades de categoría estaban aseguradas. Además íbamos a uno de nuestros sitios fetiche, el pueblecito de Bareges, junto a la estación de esquí de Tourmalet.



Salimos el día uno por la noche. Nos dimos una buena paliza a conducir por turnos entre la niebla un montón de kilómetros y a las seis de la mañana llegamos a Luz St. Sauveur. ¡Los primeros en la tienda de alquiler de equipos! ¡Y desde allí directos a la nieve! Subimos al pico Lurtet, que tiene mucho ambiente y unas buenas cornisas. Cuando, ilusionado por volver a esquiar, hice el primer giro me di cuenta de que todo no iba a ser tan fácil como yo pensaba. Las piernas me dolían muchísimo, por suerte la nieve estaba estupenda así que logré bajar sin muchos contratiempos. La parte final fue más difícil, por que al cansancio acumulado había que sumarle que la nieve se había convertido en costra, como puede comprobar después de un salto mortal hacia delante.


Al día siguiente la huella estaba helada, y sin una buena técnica de foqueo estaba impracticable. Alberto y yo, que somos principiantes, no paramos de dar traspiés hasta que no llegamos al sol. Gracias al empuje de Manolo Santervas y Adolfo conseguí llegar hasta el Pic de Bedera a través del Col d’Aubert. La bajada fue memorable, con una nieve estupenda. La pena fue que ya en los últimos giros Adolfo tuvo una caída, causada por una placa de hielo trampa, y se lesiono el gemelo para una buena temporada.


El tercer día nos dirigimos al Soum de Montarrá, otra vez mucho hielo por la mañana, pero esta vez calzamos las cuchillas y pasamos con menos apuros. Lo malo es que la subida al pico estaba pelada de tantos esquiadores que habían pasado, y después de un resbalón canal abajo decidí que era suficiente para mi y me detuve en el hombro que hay justo antes de la cima. La bajada fue menos espectacular que los otros días, por que había hecho más frío y se había quedado un poco dura. Aún así, después de comer Santervas y yo nos animamos a hacer otros 500 metros más de desnivel para disfrutar de otra bajadita y hacer alguna foto.


El último día dedicamos la mañana a recorrer el Circo de Caubere, la verdad es que mereció la pena. El paraje es muy bonito y las vistas desde el collado que lo corona son tremendas. Pero lo mejor fue el descenso, con cortos tramos de travesía fuimos encadenando una tras otra tres palas cubiertas de una nieve polvo increíble. Fue una gozada.


Esquí de travesía, como sufro, pero como me gusta.


P.D. Buenas fotos, videos y descripciones en la crónica de Manolo para El rincón del trotamundos.

martes, 20 de enero de 2009

Palabras vacias



Bueno pues ya tenemos la contestación de la federación madrileña de montañismo (FMM). Aquí os la pongo.

Estimado César,

Lamento enormemente la situación deportiva que estáis viviendo, especialmente la frustración que ello supone para tu hermano.

Hemos vuelto a interesarnos por el asunto y hemos recibido la misma respuesta de la Mutualidad Deportiva: la póliza que tenemos suscrita excluye expresamente la posibilidad de asegurar la actividad deportiva realizada por deportistas con alguna discapacidad.

Intentamos ponernos en vuestra situación e imaginamos lo difícil de entender que tiene que ser esta situación, pero las condiciones de la póliza de riesgos no dependen de nosotros, sino de la mutua deportiva. Aunque imaginamos que ya lo sabréis, existe una federación para deportistas con alguna discapacidad que ofrece pólizas de seguros para deportistas.

Por nuestra parte, estaríamos encantados de enviaros la revista trimestral ALTITUD, así como el resto de información que enviamos desde esta federación. Si éste fuese vuestro deseo, por favor, hacédmelo saber.

Saludos cordiales.

Jorge Cruz
Comunicación FMM

Bueno, pues parece ser que el seguro, que es un servicio que contrata la federación, es quien manda y ellos no pueden hacer nada. No pueden pedirles que cambien esa clausula o arreglarlo de otra manera, es más fácil decirte que vayas a otra parte que ellos ya han hecho todo lo que estaba en sus manos.
A parte del tema del seguro, que es importante, no solo quiero federarme por estar cubierto en caso de accidente, si solo fuera eso sería más fácil hacer lo que me comentan en la carta y acudir a una federación de discapacitados, aunque dudo que cubran una actividad como el alpinismo. El caso es que yo quiero tener los mismos derechos que cualquier otro montañero, que no solo es el seguro, que también está el poder hacer cursos de tecnificación, el descuento en los refugios, participar en competiciones y lo que "deseo" con más fervor la revista Altitud, entre otras muchas ventajas que te anuncian a la hora de federarte.
Que yo soy montañero y que no entiendo porque tengo que federarme con otra gente que no es de este mundillo.



Por suerte, en otros lugares de España hay más sensibilidad, como en Aragón. Allí hace poco han creado una vocalía de discapacidad en la federación, no solo les dejan pertenecer sino que les dan voz.
Seguimos moviéndonos, hablando con federaciones y clubs de discapacitados, de los que ya os informaré. Escribiremos a Desnivel y a Campo Base, y a la FEDME que tendrá algo que decir de este asunto.
Daros las gracias a todos por vuestro apoyo y si tenéis otro punto de vista comentadlo.

domingo, 18 de enero de 2009

Bicicleta en Reyes



Ahora que tengo tiempo entre exámenes, os cuento cosas pasadas.
El día de reyes salimos, como no, a estrenar los regalos. Sobretodo el de mi padre que es una pedazo de bicicleta. Por mi parte estrenaba una nueva camiseta térmica y César una cámara de fotos. ¡Al fin voy a tener fotos en las que salgo yo!



Fuimos a dar un paseo por los caminos de Villamayor hasta Valcuevo, pero no al parque, sino por toda la zona que se llama así. Y dimos con un monumento que contaba que allí hubo una conferencia con Cristobal Colón para el descubrimiento de América, muy curioso.




La verdad es que es una pasada la cantidad de pájaros que vimos en un momento. Pensamos que para ver bichos hay que irse muy lejos. Pero basta con salir de Salamanca unos pocos kilómetros, y es que hay vida en todas partes.