—Qu´est-ce que c´est? —respondió la organización francesa
—Tranquilos —les dijeron desde la IFSC para que no se agobiaran y no perdieran el entusiasmo de preparar un gran campeonato para los pro.
—No sé menudo marrón—
—¡Bah! Tampoco son tantos y es importante si queremos ser olímpicos—
Esta es la conversación que debieron de tener los organizadores del Campeonato de Mundo y la IFSC, de la que surgen todos los males, que fueron varios y que tampoco me voy a enredar a detallar. Solo quiero dejar un par de quejas.
La primera y la más importante es que si se organiza una competición para discapacitados es que se nos trate por igual, con esto quiero decir, que si me pides que mande información con al menos un mes de antelación, espero que la acreditación este lista como pasa con los pros, que no se nos maree con horarios y clasificaciones y un sinfín de cosas que demuestran o poca organización o poco interés.
Y es que el principal problema fue ese, la poca organización, reglas poco claras y cambiantes. Creo que no se esperaban tantos participantes, unos sesenta de veinte paises de todo el mundo. Y eso unido a que somos muy diferentes y que hay poca experiencia en la organización de estas pruebas hizo que les quedara grande el evento.
Y es que da rabia que participantes de todo el mundo, cada uno con sus historias, pero todos con mucho entusiasmo, con muchas ganas de demostrar lo que son capaces de hacer y como no con ganas de participar en una competición en la que te vas a medir a tus rivales de igual a igual, bueno más bien de parecido a parecido, es una pena que las vías equipadas no se ajusten a las necesidades de las categorias. Otro tema aparte que da mucho que reflexionar es la valoración de las discapacidades y el uso de prótesis.
Pero bueno, lo importante es que fue una gran experiencia, allí la motivación impregna el aire y te da un subidón. Además de descubrir que no estas solo, que no eres único y que quedan por hacer muchas escaladas. Vine y aún sigo muy motivado sobretodo en dos aspectos, por un lado el colectivo. Hay muchas cosas por hacer, la inclusión-integración de la discapacidad en las federaciones, darnos a conocer como deporte a colectivos de discapacitados y al público en general, el reglamento de las competiciones, está casi todo por hacer.
Por otra parte, el campeonato ha sido la guinda del pastel de este verano. Conocer y compartir cervezas con grandes escaladores y no me refiero a los pros, sus actividades, su fuerza y motivación, me hace ser más ambicioso y plantearme mayores objetivos. Ahora toca darle forma a un buen proyecto alpino. Si, la escalada está bien, pero mejor en grandes montañas.
Muchas gracias a todos por estar pendientes de como me iba durante esos días y sobretodo por animarme. Se que no soy un gran comunicador por lo que valoro mucho vuestro esfuerzo por apoyarme.