miércoles, 26 de marzo de 2008
Pirineo frances?? Oui, Oui
Se acabo la Semana Santa, y el balance es muy positivo... he hecho tanta actividad que aún no me he recuperado...ejem bueno en realidad no me he recuperado del catarro que me cogí por andar en manga corta por las peñas de la Pedriza. Aunque el ritmo frenético de la vida moderna no me ha ayudado mucho, os contaré por qué.
El martes nos bajamos haciendo dedo de la Pedriza en una nave nodriza de "V" (léase crysler voyager con todas sus puertas automáticas) y cogimos un autobús para Salamanca, desde donde al día siguiente partí hacía Bareges, en el Pirineo francés.
La intención era hacer esquí de travesía, para lo que, a parte del equipo, necesitas nieve y buenos compañeros. Lo segundo lo conseguí fácilmente, ya que me acompañaban (o más bien yo a ellos) Manolo Serrano, Luis Perdigón, Juanillo, David el de Lerida, y un nuevo compañero David de Gijón, además de Manolo Santervas y Kike que iban a pata . Pero la nieve no es tan fácil de conseguir, en está primavera tempranera te la tienes que trabajar, hay que cargar con los esquíes por esas pistas y senderos de Dios hasta alcanzarla. Por suerte no hubo que andar ningún día más de una hora, después ya te puedes deslizar por los cuestones y sufrir, pero a gusto.
Después de mi última experiencia con esquíes de travesía sobre la nieve costra de Benasque pensaba que sigo siendo tan matadillo como el primer día, pero sobre la maravillosa nieve primavera del Tourmalet he descubierto que no se me da tan mal. Por lo menos salí con vida de algunos pasajes estrechos, eso si rebotando contra todas las piedras que había, pero en pie.
La pena es que no hayamos podido disfrutar de bajadas un poco más largas, pero claro que más se le puede pedir a David (Gijón) después de cargar con las tablas hasta arriba por los problemas con las pieles de foca de alquiler, y que más se le puede pedir el tiempo, que nos regalo un maravilloso día de sol antes de traer una pedazo de borrasca.
De la pedazo borrasca que os puedo contar que no sepáis, ¿qué trajo nieve hasta los 600 m? ¿qué salimos de allí en lancha aerodeslizadora, y no en el coche de Manolo? El resultado fue que nos volvimos un día antes de lo previsto, pero claro qué puedes hacer ante una nevada que te convierte en muñeco de nieve en cuanto sales a la calle. Por tanto, el sábado estaba en casa, y como no tenía nada que hacer me fui a escalar al Guijo con Pablo y Juancar. Pero esa es otra historia de esta ajetreada vida moderna.
viernes, 21 de marzo de 2008
De vuelta por La Pedriza
Volvemos a actualizar el blog y es que por unas cosas y otras casi no habíamos hecho actividad. Pero para recuperar el tiempo lo hacemos por todo lo grande y nos fuimos cuatro días a La Pedriza. Tiempo suficiente para hacerse una idea de cómo se escala allí. Y es que si vas tienes que tener dos cosas muy claras: en La Pedriza te pones fuerte, esto es porque las aproximaciones a los sectores de escaladas se hacen durillas entre tanto bloque y tanta jara, además aquí si que se escala de piernas, después de un día de escalada lo que te arden no son los dedos sino los gemelos de tanta adherencia. Y lo otro que hay que tener caro es que las chapas alejan, hay que estar muy bien de coco, la primera suele estar muy arriba y las siguientes si alejan quiere decir que es fácil. Además otra cosa, el grado cuesta.
Como digo hemos estado cuatro días escalando, el sábado fuimos a las placas del Halcón Fran, César y yo, a hacer deportiva para cogerle el tranquillo a esto de la adherencia, ellos son más pedriceros por lo que les costó menos adaptarse y todo en lo que se metieron lo sacaron. Yo escalé bastante de segundo y solo saqué un par de V y algún V+ de primero. Después de un puñado de V terminaron el día sacando un 6a que les supo a poco.
Dormimos en Canto Cochinos y al día siguiente empezamos con lo bueno, nos fuimos hacer el Espolón de Peña Sirio. El primer largo es fácil y corto, el segundo comienza con una travesía de IV que da respeto y que como te subas mucho al principio te metes en un 6b como me paso a mí y por eso estuve un poco apurado, después coges un línea de setas y te plantas en la siguiente reunión fácilmente. Como me vi animado decidí darme el siguiente largo, también es un IV que va desplazándose hacia la izquierda por unos canalizos y te mete en una placa con mucho ambiente, será una tirada de unos 55m con 5 chapas de las que me pasé una por no leer bien la vía, así que no queda más remedio que tirar con decisión hasta la siguiente chapa.
El siguiente largo se lo dio César, es un V que sube por unos canalizos y está muy bien protegido. Para terminar te pones delante de un muro de unos 7-8 metros de 6a que Fran se dio muy bien y como llevábamos dos cuerdas también pudo dárselo César a flash y a mí me ayudaron un poco bastante a dármelo. Después en la cima estuvimos esperando a unos chicos conocidos de Fran que pretendían destrepar por una fisura un tanto peligrosa, así que les tuvimos que enseñar a rapelar y bajamos con ellos los tres rapeles que hay, el primero de ellos volao.
Volvimos a Canto Cochinos comimos y descansamos un rato y al atardecer César y yo tiramos para la pradera del Yelmo, donde dormimos en un refugio-vivac que nos había dicho Fran. El Yelmo es un bloque inmenso de granito que cuando te pones debajo de él impresiona. Escogimos las Walkirias para subirlo. El primer largo es un V de 40m con un par de pasos complicadillos bien protegidos que se dio César sin problema. El segundo largo continúas por la Ziggy Stardust, en principio me lo iba a dar yo pero eso de que la primera chapa esté a unos 10 metros y que aún no tengo suficiente pericia en la adherencia pedricera me echaron para atrás y se lo volvió a dar César, la verdad es que luego no tuve ningún problema, así que tengo que ir preparando la cabeza para atreverme a dar largos de primero en clásica. Para terminar te queda un largo de III y una trepada hasta la cima, desde donde se ven todos los grandes bloques de la Pedriza. El descenso se hace destrepando la Valentina que no tiene complicación y además para terminar tienes que bajar por una babaresa que le da bastante gracia.
Una vez abajo, volvimos a coger las mochilas y bajamos por el collado de las dehesillas para que yo conociera la Pedriza posterior. Después de una larga caminata nos echamos a dormir en otro refugio-vivac entre los pinos que hay a un lado del camino en la “autopista” mas o menos a la altura del Cancho de los Muertos, que es donde terminamos nuestro viaje por la Pedriza.
El martes se levanto amenazando de lluvia, así que sin perder tiempo subimos hasta pie de vía, que no se como se llama. Esta es de clásica y es diferente a las otras porque no es de adherencia, por fin tienes donde agarrar y tiene un primer largo de IV que va pasando de una fisura a otra, la escalada es un poco arrastrada y termina pasando un pequeño resalte. Y el siguiente largo es muy corto y la gracia que tiene es que vas por una fisura hasta llegar a unas setas y a partir de ahí esta todo hecho.
Pues esto es todo lo que hicimos en la Pedriza mucha escalada y también bastante pateada para que salga una actividad bastante completa, como nos gusta a nosotros.
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