miércoles, 19 de octubre de 2011

Alpes. Montañeros sin Barreras.


Un verano más me dispongo a viajar a Alpes, ya van siendo varios viajes pero siempre es ilusionante verte en esas grandes montañas. Esta vez, será diferente ya que voy con el club Montañeros Sin Barreras y por lo tanto voy con unos objetivos definidos, que esta vez serán el Gran Paradiso, el Mont Blanc y el Cervino. 


Montañeros Sin Barreras es un club que acerca la montaña a los discapacitados mediante el grupo de acción social de Madrid y que quiere demostrar que somos capaces de hacer actividades con cierto nivel alpino mediante el equipo de alta montaña. Que lo formamos Miguel Ángel, Barni, Juan Antonio, Joana y yo, como deportistas discapacitados y un numeroso grupo de amigos que nos ayudan en las labores de guía, grabación de vídeo, preparación física, elaboración de proyectos...
Después de un largo viaje en furgoneta desde Madrid, con parada en Jaca donde se nos unirán miembros de Grupo Militar de Alta Montaña, que llevarán la labor de ser nuestros guías, llegamos a Chamonix y nos establecemos en Tour, para esta primera parte del viaje, en el que intentaremos que Joana sea la primera discapacitada intelectual en ascender el Mont Blanc.


Nuestro primer objetivo es el Gran Paradiso, un 4000 fácil, en el que queremos aclimatar, aunque la meteo no es buena vamos para allá a ver qué podemos hacer. La aproximacion al refugio Vittorio Emanuelle es sencilla ya que solo hay que ganar desnivel por un bonito sendero. Lo peor es que vamos viendo como se cubre la parte alta de la montaña por las nubes. Cuando llegamos al refugio me quedo con las ganas de seguir e intentar una ascensión un poco loca, porque la predicción era acertada y esto se va poniendo muy negro. Quedamos en levantarnos temprano con la esperanza de que durante la noche pase la tormenta.
No hay suerte está cayendo bastante agua a parte de unos bonitos relámpagos que amenizan el desayuno, ahora solo queda esperar que nos de tregua la tormenta para mojarnos lo menos posible en la bajada.


Nuestra siguiente parada es el Mont Blanc, buscamos la ventana de buen tiempo y el grupo se divide en dos, Joana y Miguel Angel irán por Gouter y el resto por cuatromiles. En la bajada de Aguille du Midi, me doy cuenta del valor y la pericia de Barni que es ciego y Pedro que es su guía, la verdad todo un espectáculo. Como siempre en el refugio de Cosmicos, no me acabo de encontrar bien y no duermo mucho, a primera hora salimos con la luna camino del Mont Blanc du Tacul.


Somos de los primeros y nos da tiempo a disfrutar de la quietud de la noche en el Valle Blanco, mas blanco que nunca para mí, debido a las nevadas de los días anteriores. Después empiezan las carreras de las cordadas por ir delante en la ruta. Nosotros a nuestro paso que es bueno y nos permite olvidarnos del frío. 


Empezamos a bajar del Tacul y para nuestra sorpresa las primeras cordadas están quietas buscando por donde trazar la huella en el Mon Maudit, el resto se da la vuelta y a nuestro paso nos dicen que Crazy, crazy! hay mucha nieve, no se puede pasar. Todo esto, el frío del amanecer y que no nos conocemos mucho, nos impresiona y decidimos darnos la vuelta.

 
Para no quedarnos con mal sabor de boca decidimos hacer cima en el Mont Blanc du Tacul, la verdad que es una montaña que va haciéndose más bonita según llegas a cima, con el sercac y con el paso mixto. Pero me sabe a poco... Volvemos al Valle Blanco y tras evaluar opciones decido volver para Chamonix, y eso que quedaba un día bueno de tiempo, unos compañeros se quedan para volver a intentar la ruta de hoy, en esos momentos no me motiva ya que sé que es una paliza y mi mente está en el Cervino.


Y hasta aquí mi viaje a Alpes, la siguiente semana la dan de mal tiempo. Al final me quedo sin Cervino y sin Mont Blanc por reservar energías. Y es que si he aprendido algo en este viaje, es que en montaña y mas en Alpes, si tienes un día bueno no lo dejes escapar. El viaje continúa pero en Pirineos, pero eso es otro relato.


3 comentarios:

César dijo...

Esperemos que esta sea una de muchas aventuras con los montañeros sin barreras. Un abrazo

Anónimo dijo...

por fin he tenido un rato para dedicarle a vuestro blog.Y así leer de tus aventuras Pablo. No te desanimes que habrá otras oportunidades de ver la luna sobre las crestas alpinas

un abrazo
Dani

Pablo dijo...

Buenas, desanimado nunca, al reves, tengo unas ganas de montaña increibles y sobretodo con las cosas mas claras.
Un abrazo