Van corriendo los kilómetros y van corriendo las nubes. Parecía que íbamos a estar atrapados en el mal tiempo eternamente, pero según va pasando el día y vamos acercándonos al Mediterráneo el cielo se va despejando. Cuando llegamos a Cassis no podemos ver nada, esta muy entrada la noche y tenemos que dormir en un triste aparcamiento. Pero cuando amanece el cielo azul nos llena de optimismo.
Nos fuimos para Marsella a la calenque de Morgiou. Tuvimos que dejar el coche en el aparcamiento que hay a la entrada del parque natural, luego vimos que eramos de los pocos pringaos a los que obligaban a hacerlo. Además resulta que esta junto a un barrio muy chungo y una vez se van los guardas no te aconsejan andar por allí. Así que salimos con el tiempo justito. La cala tiene una bonita playa llena de macoquis y un montón de pequeños sectores deportivos y gran muro un poco más alejado con vías de largos. Con el tiempo que teníamos no quedaba otra que dedicarse a la deportiva, pero vino bien para cogerle el tacto a la roca.
Al día siguiente, después de preguntar a otros escaladores en el camping, nos fuimos al meollo del asunto, a la calenque d'En Vau. Un pequeño paraíso de aguas cristalinas y paredes blancas. Nos costó un poco llegar, los caminos no están muy bien señalizados y las señas de la guía están anticuadas. Acabamos buscándonos la vida por unos destrepes. Llegamos bien sudados a la playa, así que nos dimos un bañito y luego nos pusimos manos a la obra. Nos metimos en la vía "Pilier droite de la Pasarelle" (4, 5c, 4, 6a) Pasamos un poco de apuro en los cuartos, ya que andaban un poco escasos de seguros fijos (dos por largo) y no llevábamos ni un triste empotrador. Incluso tuvimos que tirar de recursos y empotrar algún nudo de cinta. Los largos duros estaban bien equipados y los disfrutamos mucho. Pero en las Calenques llegar arriba no quiere decir siempre que se acaba la aventura... Las líneas no son rapelables. Asi que tuvimos que buscarnos la vida para encontrar un rápel que nos sacase de allí, la verdad es que el paseo mereció la pena, las vistas del acantilado eran preciosas. Al volver perdimos el camino más recto y pasamos por el albergue de juventud, que es cuanto menos curioso... Y al llegar al camping, teníamos una sorpresa! ¡Alberto y Sonia se nos unían!
Nos moríamos de ganas de enseñarles nuestro descubrimiento, así que volvimos a En Vau. Otra vez seguimos el mismo ritual: bañito previo y escalada a la sombra. Ellos repitieron nuestra vía del día anterior y nosotros hicimos su gemela "Pilier gauche de la Pasarelle" (4c, 5c, 6a, 6a+), así podíamos animarnos lo unos a los otros. Los largos fáciles fueron para mi y los duros para Fran. Fue una gozada recuperar las sensaciones de escalada, ir tomando confianza, al final me sentí a gusto hasta en lo más difícil a pesar de lo que tiraba para abajo la mochila. Nos reencontramos arriba con nuestros amigos y juntos disfrutamos del maravilloso paisaje.
Aquí acaban la vacaciones en Francia, ya solo queda por contar un loco viaje de regreso, pero no me acuerdo de nada por que iba dormido. Perdonad que os haya dado la tabarra con aventuras tan atrasadas, pero fueron unas experiencias que merece la pena guardarlas por escrito.
8 comentarios:
Esa cala seguro que es lo mejor de la zona!! Gracias por guiarnos hasta allí! Para cuando una aventura parecida?
PD.- Le daré la guía a tu hermano junto con el calendario.
Muy guapo. ya tenía yo ganas de ver esas fotos
aquí no pude ver la Mano de Fatima. la zona norte no está recomendable. Así que la mítica Tombuctu tampoco fue vista. <hay otra zona de escalada interesante cerca de Bamako, en las montañas Mandinga.
Por otra parte hicimos un trekking muy guapo por el País Dogón. Aquí la escalada estaría medio prohibida ya que los pigneos tenían en la paredes sus cuevas. Ahora son tumbas sagradas.
Un abrazo
Dani
¡Hola Alber! ¡Es un pequeño paraiso! Algo parecido no podremos hacerlo hasta el verano, jeje Podrías animarte a pisar un poco la nieve este año.
Un abrazo
¡Vaya alegría Dani! Parece que no te ha secuestrado Al Qaeda.
Tendrás que hacer unas proyección sobre el país Dogon y las montañas Mandinga, suena todo muy exótico.
Nos vemos pronto.
Catherine Destivelle conocio las tumbas de los pigmeos en el País Dogón, haciendo una fantásticas escaladas en solitario. http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=N70DLM8Az_8
Dani
Cuanto bueno por aqui, q si el pais Dogon, q si tocar nieve, q si roca caliente, a ver si nos vemos y ponemos puntos de vista en común , q a mi esto de las tecnologias no me va, prefiero el contacto directo.
Un abrazo para todos y q conste q estoy deseando salir...........
Fran
Pues tienes razón Fran. Ayer me dijo Luis que podíamos quedar a tomar una sidras antes de navidad ¡incluso después de navidad también!
uf, uf, me han dado unos calores de ver a la Catherine haciendo solo. De todos modos no se si es más alucinante el solo o el lugar. El año que viene te toca a ti, pero sin pisar los huesos.
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